La toxina botulínica comúnmente conocida como Botox, es un tratamiento estético no quirúrgico que se utiliza para reducir temporalmente la apariencia de líneas finas y arrugas faciales, especialmente en áreas como la frente, entrecejo y alrededores de los ojos.
La toxina botulínica, funciona bloqueando temporalmente las señales nerviosas que controlan la contracción muscular. Cuando se inyecta en los músculos específicos responsables de las arrugas faciales, como las conocidas como «patas de gallo» o las líneas de expresión en la frente, la toxina botulínica relaja esos músculos y suaviza la apariencia de las arrugas.
Toxina Botulínica
Desde los $190.000 hasta los $250.000